El queratocono es una enfermedad ocular progresiva que afecta la córnea, debilitándola y alterando su forma hasta convertirla en una estructura cónica e irregular. A medida que avanza, puede generar una disminución significativa de la calidad visual.
Pero, ¿qué ocurre si no se trata a tiempo? En esta nota explicaremos las posibles consecuencias de no abordar el queratocono, la importancia de un diagnóstico temprano y los tratamientos disponibles para evitar su progresión.
¿Qué sucede cuando el queratocono avanza sin tratamiento?
El queratocono es una patología progresiva, lo que significa que, si no se trata, la córnea continuará deformándose con el tiempo. En sus primeras fases, la visión puede corregirse con anteojos o lentes de contacto, pero a medida que la enfermedad avanza, estas opciones dejan de ser efectivas.
Uno de los primeros problemas que aparecen es la visión borrosa y distorsionada. La córnea se adelgaza y pierde su curvatura normal, lo que genera un astigmatismo irregular difícil de corregir. Con el tiempo, las personas con queratocono pueden notar halos alrededor de las luces, sensibilidad extrema al resplandor y una visión nocturna deficiente.
A medida que el queratocono avanza, la córnea puede presentar cicatrices y opacidad, lo que agrava aún más la pérdida de calidad visual. En los casos más severos, la estructura corneal se vuelve tan delgada y frágil que puede producir un adelgazamiento extremo o incluso un hidrops corneal, una complicación en la que el tejido se edematiza por una ruptura en la membrana de Descemet.
Si la enfermedad no se trata a tiempo o avanza mucho, los pacientes requieren un trasplante de córnea, un procedimiento más complejo que, generalmente, puede ser evitado con un tratamiento adecuado en las primeras etapas.
¿El queratocono siempre empeora?
La progresión del queratocono varía de una persona a otra. En algunos casos, la enfermedad puede estabilizarse de forma natural, especialmente después de los 40 años. Sin embargo, en la mayoría de los pacientes, el queratocono continúa avanzando hasta que la visión se ve gravemente afectada.
Existen ciertos factores que pueden acelerar su progresión. El principal es el frotamiento ocular, ya que el roce constante sobre la córnea debilita su estructura y contribuye a la deformación. Otros factores incluyen la predisposición genética, las alergias oculares y ciertas condiciones médicas que afectan el tejido corneal.
Dado que no es posible predecir con exactitud en qué momento el queratocono se detendrá o si continuará avanzando, la mejor estrategia es abordarlo a tiempo con los tratamientos adecuados.
¿Cuáles son las opciones de tratamiento?
El tratamiento del queratocono dependerá de la fase en la que se encuentre la enfermedad. En sus primeras etapas, la visión puede corregirse con anteojos o lentes de contacto rígidos. Sin embargo, cuando la deformación corneal es más avanzada, se requieren intervenciones más especializadas para frenar su progresión.
Cross-linking corneal
El cross-linking es uno de los tratamientos más efectivos para detener el avance del queratocono. Consiste en la aplicación de riboflavina (vitamina B2) sobre la córnea, seguida de una exposición a luz ultravioleta. Este procedimiento fortalece la estructura corneal al inducir la formación de nuevos enlaces entre sus fibras de colágeno.
El objetivo principal del cross-linking no es mejorar la visión de inmediato, sino frenar el debilitamiento de la córnea y evitar que la enfermedad continúe avanzando. Por esta razón, cuanto antes se realice, mejores serán los resultados.
Lentes de contacto especiales
Cuando el astigmatismo irregular generado por el queratocono no puede corregirse con anteojos convencionales, los pacientes pueden beneficiarse del uso de lentes de contacto rígidos con gas permeables o esclerales. Estos lentes ayudan a mejorar la calidad visual al proporcionar una superficie regular sobre la córnea deformada.
Anillos intracorneales
En casos moderados, los anillos intracorneales pueden ser una opción para mejorar la curvatura de la córnea y reducir la irregularidad del astigmatismo. Se trata de pequeños segmentos que se insertan en la córnea para modificar su forma y mejorar la visión.
Trasplante de córnea
El trasplante de córnea es la última alternativa cuando la enfermedad avanzó demasiado y los otros tratamientos ya no son efectivos. Aunque este procedimiento puede restaurar la visión en casos severos, se trata de una cirugía más invasiva y con un proceso de recuperación más prolongado.
¿Por qué es importante tratar el queratocono a tiempo?
El queratocono es una enfermedad que, en la mayoría de los casos, no se detiene por sí sola. Sin tratamiento, la visión puede deteriorarse hasta el punto en que las actividades diarias como leer, conducir o reconocer rostros se vuelven muy difíciles.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden hacer la diferencia entre estabilizar la enfermedad con un procedimiento sencillo o llegar a una etapa en la que la única opción sea un trasplante de córnea.
Además, el tratamiento temprano permite mantener una mejor calidad de vida, ya que el queratocono no solo afecta la agudeza visual, sino que también puede generar fatiga ocular, molestias constantes y dificultades para adaptarse a diferentes condiciones de luz.
Preservar la visión: la importancia de un tratamiento adecuado
No tratar el queratocono a tiempo puede tener graves consecuencias para la salud visual. La progresión de la enfermedad puede llevar a una pérdida significativa de visión, cicatrices corneales y, en casos severos, la necesidad de un trasplante de córnea.
En Centro Benozzi, contamos con la tecnología más avanzada para el diagnóstico y tratamiento del queratocono. Si notaste cambios en tu visión o te diagnosticaron esta condición, agenda una consulta con nuestros especialistas para recibir la mejor atención y evitar complicaciones en el futuro.