Leer en el celular se volvió un desafío: Conocé la presbicia, sus síntomas y por qué sucede a partir de los 40 años

Detectar los síntomas de la presbicia a tiempo permite elegir el tratamiento más adecuado y evitar complicaciones en la rutina diaria.

Si de un tiempo a esta parte notás que tenés que alejar el celular para leer los mensajes o que te cuesta enfocar letras pequeñas como antes, probablemente estés atravesando los primeros síntomas de la presbicia. No se trata de una enfermedad, sino de un cambio natural en la visión que suele aparecer después de los 40 años. Según StatPearls, la presbicia es una condición relacionada con la edad que reduce progresivamente la capacidad del ojo de enfocar objetos cercanos y afecta casi a todos los adultos mayores de 40 años (NCBI Bookshelf). Muchas personas lo descubren de forma casual, al notar que necesitan más luz para leer o que se les cansa la vista al final del día.

La Clínica Cleveland explica que esta condición se debe a la disminución de la función del músculo ciliar, encargado de mover el cristalino para permitir el enfoque, lo que dificulta la visión nítida de objetos cercanos. A su vez, GoodRx Health advierte que suele confundirse con otros problemas visuales, por lo que es importante conocer sus señales. En este artículo, te contamos qué es la presbicia, por qué aparece y cómo identificar sus síntomas a tiempo para decidir el tratamiento más adecuado.

El primer síntoma del problema de visión

A medida que pasan los años, muchas personas comienzan a notar cambios en su rutina diaria que antes pasaban desapercibidos: dificultades para leer etiquetas pequeñas, necesidad de alejar el celular para enfocar o sensación de fatiga ocular al final de la jornada. Estos son algunos de los síntomas de la presbicia, una condición ocular que afecta la capacidad de enfocar objetos cercanos y que suele aparecer de manera progresiva a partir de los 40 o 45 años.

La presbicia ocurre por varios mecanismos que se pierden relacionados con la edad. Inicialmente, hay una pérdida de la función del músculo ciliar que es el encargado de movilizar al cristalino, una estructura interna del ojo que actúa como una lente ajustable, lo que dificulta que los ojos puedan enfocar a diferentes distancias, especialmente en actividades que requieren visión cercana, como leer, coser o usar el celular. Este proceso es completamente normal y forma parte del envejecimiento visual que experimenta toda la población adulta.

Por su parte, GoodRx Health señala que es frecuente que los pacientes confundan la presbicia con otros problemas visuales como la hipermetropía. Aunque ambos generan visión borrosa de cerca, sus causas son distintas. La hipermetropía está presente desde el nacimiento o la infancia, mientras que la presbicia aparece como consecuencia del envejecimiento ocular. Esta diferencia es clave para indicar el tratamiento correcto, ya sea con lentes, gotas u otros abordajes no invasivos.

Comprender estos primeros síntomas de la presbicia permite a muchas personas anticiparse y buscar una solución adecuada antes de que el problema se agrave o limite sus actividades cotidianas.

¿Qué puedo hacer si empiezo a notar los primeros síntomas?

Frente a los primeros indicios de presbicia, muchas personas suelen posponer la consulta con un profesional. Algunas simplemente se acostumbran a convivir con el problema y empiezan a modificar su entorno: agrandan el tamaño de letra del celular, evitan leer en lugares poco iluminados o compran lentes sin receta en farmacias. Sin embargo, esta etapa es clave para actuar con información y tomar decisiones adecuadas sobre cómo tratar el problema.

La buena noticia es que hoy existen múltiples alternativas para mejorar la calidad visual sin necesidad de depender exclusivamente de anteojos. Desde métodos tradicionales como lentes recetados, hasta tratamientos farmacológicos más innovadores, como el uso de gotas, cada opción tiene sus indicaciones específicas. Lo importante es que el paciente se acerque a una consulta profesional para obtener un diagnóstico preciso y elegir la estrategia más conveniente.

Uno de los aspectos más valorados por los pacientes es la posibilidad de evitar el uso constante de lentes. Muchas personas sienten que los anteojos interfieren con su imagen o con actividades físicas, por lo que se interesan en soluciones que les devuelvan comodidad sin cirugía. Es aquí donde las gotas para tratar la presbicia, como las que ofrece el Método Benozzi, aparecen como una alternativa atractiva, segura y no invasiva.

Según North Country Eye Care, una de las claves para iniciar un tratamiento efectivo es entender que no todas las personas presentan los mismos síntomas ni evolucionan de igual manera. Algunos pacientes manifiestan visión borrosa de cerca, otros experimentan fatiga ocular o incluso pérdida de nitidez en la transición de lejos a cerca. Por eso, un examen visual completo sigue siendo la herramienta más confiable para determinar si efectivamente se trata de presbicia y qué tratamiento conviene iniciar.

Además, la atención temprana evita que el cerebro adopte compensaciones que luego pueden generar otros problemas visuales o posturales. Por ejemplo, levantar constantemente el mentón para ver mejor de cerca, usar lentes de baja calidad o forzar la vista por exceso de pantalla puede agravar el cansancio visual o generar dolores musculares.

En definitiva, si leer en el celular se convirtió en un desafío diario y notás cambios en tu visión de cerca, prestar atención a los síntomas de la presbicia es el primer paso. Consultar a un especialista no solo permite confirmar el diagnóstico, sino que también abre la puerta a tratamientos que se adaptan a tu estilo de vida, sin resignar comodidad ni independencia visual.