La blefaritis es una inflamación de los párpados, asociada generalmente a infecciones bacterianas, disfunción de las glándulas sebáceas o enfermedades dermatológicas. 

En esta oportunidad evaluaremos los síntomas de la blefaritis que ayudan a identificar esta condición para su manejo eficaz.

Síntomas iniciales de la blefaritis

En su inicio, la blefaritis presenta síntomas a menudo sutiles, pero que pueden ser muy molestos y progresar rápidamente si no se tratan. Uno de los primeros signos es el enrojecimiento de los párpados, que puede ir acompañado de picazón. Esta irritación es el resultado de la inflamación de los bordes de los párpados, y la picazón puede llevar a que las personas se froten los ojos, exacerbando el problema.

Otro síntoma común es la sensación de ardor o que raspan los ojos, que puede ser persistente e ir empeorando a lo largo del día. Los pacientes describen este malestar como “arena en los ojos”, haciendo que el parpadeo sea incómodo y causando fatiga ocular.

La formación de costras, producto de la acumulación de aceites y residuos en los bordes de los párpados, es otro signo temprano. Estas costras pueden dificultar la apertura de los ojos por la mañana y, en casos más graves, causar que las pestañas se adhieran entre sí.

Síntomas avanzados

A medida que la blefaritis progresa, los síntomas pueden agravarse. Uno de los signos más avanzados es la hinchazón y engrosamiento de los párpados. Esta inflamación genera sensación incómoda y pesada en los párpados, además de darles apariencia irritada y roja de forma constante. Esto conlleva a una disminución de la visión y dificultad para sostener la lectura.

La pérdida de pestañas, conocida como madarosis, es otra complicación de la blefaritis avanzada, al provocarse un daño en los folículos pilosos por la inflamación y costras constantes. Esta pérdida, más allá de la estética, compromete la protección natural del ojo ante el polvo y otros agentes irritantes.

La sensibilidad a la luz (fotofobia) y el lagrimeo excesivo son síntomas adicionales que pueden aparecer en etapas avanzadas de la blefaritis. La fotofobia puede hacer que las actividades al aire libre o en ambientes bien iluminados sean incómodas, mientras que el lagrimeo excesivo puede dificultar la visión clara.

Síntomas de la blefaritis posterior

La blefaritis posterior es una forma de blefaritis en la que las glándulas de Meibomio, ubicadas en el borde interno de los párpados, se obstruyen o inflaman. Estas glándulas producen la parte lipídica de la película lagrimal, que ayuda a mantener la superficie del ojo lubricada y protegida.

Uno de los síntomas más comunes de la blefaritis posterior es la sensación de cuerpo extraño en el ojo. Esta sensación incómoda puede persistir y causar irritación constante, generando molestia en los ojos a lo largo del día.

La sequedad ocular es otra manifestación frecuente de la blefaritis posterior. La disfunción de las glándulas de Meibomio altera la composición de la lágrima, disminuyendo su calidad y provocando sequedad. Esto puede hacer que los ojos se sientan arenosos y secos, dificultando también el uso de lentes de contacto.

La visión borrosa intermitente es un síntoma que puede aparecer por la blefaritis posterior, debido a la inestabilidad de la película lagrimal.

Infecciones secundarias

Cuando no se maneja adecuadamente, la blefaritis puede llevar a infecciones secundarias que agravan y complican la condición.

Uno de los síntomas más comunes asociados a estas infecciones son los orzuelos y chalaziones, pequeños abscesos dolorosos en la base de las pestañas o más profundos en los párpados, que causan hinchazón, enrojecimiento, incomodidad y sensibilidad al tacto.

La conjuntivitis crónica, caracterizada por enrojecimiento, secreción y sensación de irritación constante en los ojos, es otro problema que puede surgir. Esta condición puede ser persistente y requiere tratamiento médico para su manejo eficaz.

Ante la aparición de estos signos y síntomas, es fundamental consultar a un oftalmólogo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. 

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