La degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) es un trastorno ocular que impacta nuestra visión central, fundamental a la hora de realizar actividades.
Aunque muchas personas pueden no estar familiarizadas con esta condición, su impacto en la calidad de vida puede ser profundo, dificultando actividades cotidianas como leer, conducir y reconocer rostros.
¿Qué es la DMRE?
La Degeneración Macular Relacionada con la Edad (DMRE) es una de los trastornos visuales más serios en las personas mayores. La DMRE afecta a la mácula, una pequeña área en el centro de la retina responsable de la visión central y detallada, y necesaria para realizar actividades que requieren precisión visual.
Esta condición suele afectar a personas mayores de 70 años, siendo el envejecimiento un factor determinante en la degeneración de la mácula.
El envejecimiento trae consigo cambios en la estructura y función de la mácula, pudiendo adelgazar y acumular depósitos llamados drusas, que son pequeños residuos lipídicos que se depositan bajo la retina.
Además, la circulación sanguínea en la retina también puede verse deteriorada con la edad, generando una disminución en el suministro de nutrientes y el oxígeno esenciales para mantener la salud macular.
Estos cambios pueden comprometer la integridad de la retina y disminuir su función, llevando gradualmente a una visión central borrosa y distorsionada, característica de la degeneración macular relacionada con la edad.
La DMRE no afecta la visión periférica, lo que significa que, aunque la visión central puede perderse, la capacidad de ver y moverse en general permanece, permitiendo a las personas con esta condición mantener cierta autonomía en su vida cotidiana y no llegar a la ceguera.
Tipos de Degeneración Macular Relacionada con la Edad
La Degeneración Macular Relacionada con la Edad se clasifica en dos formas principales, cada una con características y consecuencias específicas para la visión:
DMRE seca
Esta variante es la más comúnmente diagnosticada, caracterizada por la presencia de drusas bajo la mácula.
Aunque la presencia de drusas en pequeñas cantidades puede no afectar de forma grave la visión, un aumento en su tamaño o número puede llevar a una disminución significativa de la agudeza visual central.
DMRE húmeda
Aunque menos común, la DMRE húmeda es más grave y puede provocar daños rápidos y severos en la visión.
Esta condición se caracteriza por el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos debajo de la mácula, un proceso conocido como neovascularización coroidea. Estos nuevos vasos sanguíneos son frágiles y propensos a filtrar líquidos y sangre, lo que resulta posteriormente en cicatrices y en un deterioro rápido de la visión central.
¿Cuáles son los síntomas?
La degeneración macular relacionada con la edad puede manifestarse de diversas formas, pero algunos síntomas comunes incluyen:
- Visión borrosa o distorsionada, especialmente en el centro del campo visual.
- Pérdida de la visión central, lo que dificulta la lectura o la identificación de caras.
- Dificultad para percibir los detalles finos y los colores.
- Aparición de manchas oscuras o áreas vacías en el campo visual.
- Mayor sensibilidad ante las luces brillantes.
Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden desarrollarse gradualmente y variar en gravedad de una persona a otra.
¿Cuáles son los tratamientos disponibles?
Se dispone de una variedad de opciones de tratamiento para ambos tipos de degeneración macular relacionada con la edad.
Para la DMRE seca, los suplementos dietéticos basados en la fórmula AREDS son una opción comúnmente recomendada para ralentizar la progresión de la enfermedad.
Estos suplementos, diseñados mediante ensayos clínicos por National Eye Institute entre 1992 y 2001, suelen contener antioxidantes como la vitamina C y E, zinc y cobre, que han demostrado que ayudan a reducir el riesgo de progresión a formas más avanzadas de la enfermedad.
En el caso de la DMAE húmeda, hay opciones de tratamiento más invasivas.
Por un lado, la aplicación de inyecciones intravítreas de medicamentos antiangiogénicos, los cuales inhiben o reducen la formación de nuevos vasos sanguíneos para frenar el edema macular.
Por otro lado, se puede aplicar la terapia fotodinámica, en la cual se utiliza un medicamento fotosensible y luz láser para destruir selectivamente los vasos sanguíneos anormales.
Estos tratamientos serán indicados según las características de cada caso y a veces se pueden combinar. También se puede considerar la cirugía láser para sellar los vasos sanguíneos anormales y prevenir más daño a la retina.
Si experimentas síntomas relacionados a esta condición, es fundamental buscar atención médica profesional. En el Centro Benozzi, brindamos evaluaciones profesionales y opciones de tratamiento para cada paciente.
Contactanos para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. La detección temprana y el manejo oportuno de la degeneración macular relacionada con la edad puede ayudar a preservar la calidad de tu visión y tu bienestar general.