Glaucoma, todo lo que debes saber

Glaucoma, todo lo que debes saber

El glaucoma es una enfermedad ocular progresiva que daña el nervio óptico, afectando gravemente la visión y pudiendo llevar a la ceguera si no se trata a tiempo. 

 

Es una de las principales causas de pérdida de visión en el mundo (la causa más frecuente de ceguera irreversible), especialmente entre adultos mayores. 

 

Además, esta afección es silenciosa en sus primeras etapas, por lo que es fundamental examinar a todas las personas para su detección temprana.

 

Hablemos de glaucoma

 

El glaucoma se refiere a un grupo de enfermedades que causan daño al nervio óptico, generalmente debido a un aumento en la presión intraocular. 

 

El nervio óptico es esencial para la transmisión de las señales visuales desde el ojo hasta el cerebro, y cualquier daño en este nervio puede comprometer la calidad de la visión. 

 

Existen diferentes tipos de glaucoma, siendo la clasificación  más común, el glaucoma de ángulo abierto y el glaucoma de ángulo cerrado. 

 

Ambos tipos están relacionados con un problema en el drenaje del humor acuoso, el líquido que se encuentra dentro del ojo, lo que genera el aumento de la presión ocular.

 

¿Por qué puede generar pérdida de visión?

 

El aumento de la presión intraocular, que es la principal causa del glaucoma, daña las fibras del nervio óptico de manera gradual

 

Este daño comienza a menudo en la periferia del campo visual, avanzando lentamente hacia el centro, lo que puede llevar a la pérdida total de la visión si no se detecta y trata a tiempo. 

 

La razón de este daño es que el nervio óptico está compuesto por más de un millón de fibras nerviosas que son extremadamente sensibles a cambios en la presión. 

 

A medida que el glaucoma avanza, estas fibras se deterioran, afectando la capacidad del ojo para transmitir información visual al cerebro.


La importancia de la detección temprana

 

El glaucoma, en sus primeras etapas, no presenta síntomas, lo que le ha valido el apodo de «el ladrón silencioso de la vista«. 

 

Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza, pueden aparecer signos como la pérdida gradual de la visión periférica, visión borrosa, halos alrededor de las luces y dolor ocular intenso en casos de glaucoma agudo de ángulo cerrado. 


Dado que el glaucoma puede progresar sin síntomas evidentes hasta que ya se ha producido un daño importante de la visión, la detección temprana es esencial para prevenir la pérdida de visión. 

 

Las personas con factores de riesgo, como quienes tienen antecedentes familiares de glaucoma, tienen enfermedades crónicas como la diabetes, o presentan hipertensión ocular o miopía, deben someterse a exámenes oftalmológicos regulares, que incluyan pruebas de presión ocular y evaluación del nervio óptico. 

 

La tonometría, la gonioscopia y la campimetría visual son algunas de las pruebas que ayudan a diagnosticar el glaucoma de manera temprana y a monitorizar su progresión.

 

Tratamientos disponibles

 

Los diferentes tratamientos del glaucoma buscan reducir la presión intraocular para evitar un mayor daño al nervio óptico. 

 

Las opciones de tratamiento varían dependiendo de la gravedad de la enfermedad y pueden incluir el uso de medicamentos en forma de gotas oftálmicas que ayudan a disminuir la producción de humor acuoso o aumentar su drenaje. 

 

En algunos casos, se puede recurrir a procedimientos láser, como la trabeculoplastia, para mejorar el flujo del líquido ocular. 

 

También existen opciones quirúrgicas, como la trabeculectomía, que crea una nueva vía de drenaje para reducir la presión ocular. 

 

En los casos más avanzados, se pueden utilizar dispositivos de drenaje o válvulas para controlar la presión de forma más efectiva.

 

El glaucoma es una enfermedad grave que puede llevar a la pérdida irreversible de la visión, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible controlar su progreso y proteger la salud ocular. 

 

Es fundamental prestar atención a cualquier cambio en la visión y acudir a exámenes oftalmológicos  regulares, especialmente si tienes factores de riesgo.

 

En el Centro Benozzi, ofrecemos una evaluación integral y tratamientos innovadores para el glaucoma. 

 

No esperes a que los síntomas empeoren; contacta con nosotros para programar una consulta y cuidar tu salud visual de manera proactiva.

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