La maculopatía es una enfermedad que afecta a la mácula, la parte central de la retina que es responsable de la visión central. La mácula es responsable de la visión detallada, como la lectura, la conducción y el reconocimiento de rostros.
En Argentina, la maculopatía es la principal causa de ceguera legal en personas mayores de 50 años.
Tipos de Maculopatía: Degeneración Macular Húmeda y Seca
Cuando hablamos de maculopatía, generalmente nos referimos a la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), que se presenta en dos formas principales: la húmeda y la seca.
Degeneración Macular Seca
Esta es la forma más común de DMRE. Imagina el envejecimiento natural de la mácula, es decir, de la parte central de la retina. Lo que sucede aquí es un adelgazamiento gradual y un desgaste del tejido macular, y a veces, la acumulación de pequeños depósitos amarillentos llamados drusas. Los síntomas progresan lentamente, y aunque es menos grave que la forma húmeda, puede afectar significativamente la visión central, dificultando actividades como leer o reconocer caras.
Degeneración Macular Húmeda
Aunque menos común, esta forma es más seria. En la degeneración macular húmeda, se desarrollan nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina que tienden a ser frágiles y pueden filtrar líquido o sangre. Esto causa daño más rápido y severo a la mácula, provocando una pérdida de visión más rápida y grave. Los síntomas pueden incluir líneas rectas que aparecen onduladas o distorsionadas y manchas oscuras o borrosas en el campo visual.
La principal diferencia entre ambas es la rapidez con la que se deteriora la visión y la severidad del daño. Mientras que la forma seca se desarrolla lentamente, la forma húmeda puede llevar a una pérdida de visión más rápida y grave. Además, la forma húmeda involucra la formación de nuevos vasos sanguíneos, un factor que no se ve en la forma seca.
Es importante estar atento a los síntomas y consultar a un especialista si notas cambios en tu visión, especialmente si tienes más de 50 años.
¿Cuáles son los síntomas principales?
Los síntomas de la maculopatía pueden variar, pero los más comunes incluyen:
- Dificultad para ver detalles: Las letras pequeñas y los rostros pueden volverse borrosos.
- Visión distorsionada: Las líneas rectas pueden parecer onduladas o torcidas.
- Manchas en la visión: Pueden aparecer áreas oscuras o vacías en el centro del campo visual.
- Cambio en la percepción de colores: Los colores pueden parecer menos vivos.
¿Cómo se diagnostica la maculopatía?
El diagnóstico de la maculopatía se realiza mediante un examen oftalmológico completo. El oftalmólogo puede utilizar una serie de pruebas para examinar la retina y la mácula, incluyendo:
Oftalmoscopia: el oftalmólogo utiliza un instrumento llamado oftalmoscopio para examinar la retina.
Tomografía de coherencia óptica (OCT): la OCT utiliza ondas de luz para crear imágenes detalladas de la retina y la mácula.
¿Cuáles son los tratamientos actuales?
Aunque no hay una cura definitiva para la maculopatía, existen tratamientos que pueden ayudar a controlar sus síntomas y ralentizar su progresión. Estos incluyen:
- Medicamentos: En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para reducir la hinchazón y el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en el ojo.
- Terapias con láser: Pueden ayudar a detener el sangrado y el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos.
- Suplementos vitamínicos: Algunos estudios sugieren que ciertos suplementos pueden ralentizar la progresión de la enfermedad.
¿Cómo se puede prevenir la maculopatía?
Prevenir la maculopatía, implica adoptar un estilo de vida saludable y estar atento a los factores de riesgo. Algunos consejos claves a seguir son:
Evitar el tabaquismo, es un factor de riesgo importante para la maculopatía.
Consumir una dieta rica en verduras de hoja verde, frutas amarillas y anaranjadas, pescado y granos integrales. Estos alimentos son ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega-3, que son beneficiosos para la salud ocular.
Mantener un peso saludable y hacer ejercicio regularmente ayuda a reducir el riesgo de enfermedades como la obesidad y la hipertensión, que pueden aumentar el riesgo de maculopatía.
Usar gafas de sol que protejan contra los rayos UVA y UVB puede ayudar a proteger los ojos de los daños causados por el sol.
Exámenes Oculares Regulares. La detección precoz es vital. Los exámenes oculares regulares pueden ayudar a identificar los signos tempranos de la enfermedad y tomar medidas para manejarla de manera efectiva.
Conocer los Antecedentes Familiares. Si hay historial de maculopatía en la familia, es importante estar más atento y realizar controles oculares con mayor frecuencia.
Siguiendo estos pasos, puedes reducir significativamente tu riesgo de desarrollar maculopatía y mantener tus ojos saludables.
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