La cirugía de cataratas es un procedimiento oftalmológico común y altamente efectivo que se realiza para tratar la opacidad del cristalino, una condición conocida como cataratas. Esta condición es la primera causa mundial de ceguera tratable.
Esta condición disminuye la visión y nos dificulta la realización de tareas cotidianas como leer, conducir o reconocer rostros. Sin embargo, mediante la cirugía de cataratas se puede lograr la restauración de nuestra visión.
Preparación para la cirugía de cataratas
Antes de la operación, el paciente debe realizar una evaluación oftalmológica completa. En esta evaluación preoperatoria, el oftalmólogo examina en detalle los ojos del paciente para determinar el grado de opacidad del cristalino, confirmar la necesidad de la operación y evaluar los riesgos y beneficios
En caso de confirmarse la necesidad de cirugía, se realizan mediciones precisas del ojo (longitud y curvatura de córnea) para elegir la lente intraocular (LIO) que ofrezca la mayor corrección visual posible para reemplazar al cristalino del ojo, y la más adecuada para cada paciente.
Antes de la cirugía se le indicará al paciente que se coloque gotas antibióticas y antiinflamatorias para proteger más a los ojos en la intervención quirúrgica.
El procedimiento quirúrgico
Este procedimiento es ambulatorio y la anestesia utilizada durante la cirugía de cataratas va a depender de cada caso particular, generalmente se utiliza anestesia local, administrada en forma de gotas.
En ciertas ocasiones puede ser necesario utilizar anestesia mediante una inyección alrededor del ojo y/o sedación del paciente, asegurando que el paciente no sienta dolor durante la operación mientras permanece despierto.
La técnica quirúrgica más comúnmente utilizada es la facoemulsificación, un procedimiento muy preciso y eficaz. En este proceso se realiza una pequeña incisión en la córnea, a través de la cual el cirujano introduce un dispositivo ultrasónico llamado facoemulsificador.
La función de este dispositivo es emitir ondas ultrasónicas que descomponen la lente opaca en pequeñas partículas para aspirarlas suavemente fuera del ojo, eliminando las cataratas y minimizando el daño a los tejidos circundantes.
Una vez que se remueven las cataratas por completo, se coloca la lente intraocular, a través de la misma incisión utilizada para la facoemulsificación. Esta lente está diseñada para desplegarse una vez dentro del ojo, colocándose de manera precisa en el lugar que originalmente ocupaba la lente natural.
La duración promedio de la cirugía de cataratas es de 15 a 30 minutos, y la incisión realizada es tan pequeña que suele cicatrizar sin necesidad de suturas, contribuyendo a una recuperación más rápida.
Los pacientes experimentan una mejora notable en su visión pocos días después del procedimiento, con una recuperación completa en unas pocas semanas.
Recuperación postoperatoria
Tras la operación, el paciente es monitoreado durante un corto tiempo en la clínica para descartar complicaciones inmediatas, y se le puede colocar un parche para proteger al ojo en el periodo inicial de la recuperación, especialmente durante la noche.
No suele ser una cirugía dolorosa, sí es normal que el paciente experimente síntomas como visión fluctuante, sensaciones de sequedad o picazón, y sensibilidad a la luz tras la cirugía.
En los días siguientes a la cirugía, se deben seguir las instrucciones del oftalmólogo. Esto puede incluir el uso de gotas oftálmicas recetadas, con antibióticos y antiinflamatorios para prevenir infecciones y reducir la inflamación. Además, debe evitar tocarse el ojo, exponerse a ambientes polvorientos y realizar actividades que puedan aumentar la presión ocular (fuerza, ejercicio).
Durante el postoperatorio, el paciente debe asistir a citas programadas de seguimiento con el oftalmólogo, donde se evalúa su recuperación y se corrobora que la lente intraocular esté bien posicionada.
Resultados y beneficios
Tras la cirugía, la calidad de visión y agudeza visual de los pacientes mejora. Además, como las lentes intraoculares pueden ser monofocales, multifocales o de rango extendido, también pueden corregir problemas de refracción y reducir la necesidad de usar gafas o lentes de contacto.
Los pacientes experimentan una mayor independencia y seguridad al volver a realizar sus tareas cotidianas. En el caso de las personas mayores, la restauración de una visión clara puede reducir el riesgo de caídas y accidentes.
Si tienes dudas sobre la cirugía de cataratas, en el centro Benozzi podemos ayudarte a tomar una decisión informada y a brindarte la atención necesaria durante cada paso de la cirugía.
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